Nos sentamos
a la misma mesa
a la misma hora
tarde una, puntualmente
la otra
y sin embargo
las dos a la vez.
Se levantó y se fue
un ratito, dijo.
Me levanté y entré
a la otra sala
sin esperar.
¿dónde fuiste?
me pregunté
mas nadie respondió.
Le guardé un lugar
no sé a quién.
Entre mi ida
y su vuelta
ni ví
ni sabe ella
nada.
Desmemoriada.